Entrevista a Topalov

Entrevista a cargo de Gert Ligterink

El MI holandés Gert Ligterink se encontró con Veselin Topalov en un hotel rural, a las afueras de Hoogeveen. No es justamente el sitio donde uno sospecharía que alguien pueda estallar en un ataque de rabia. Pero la voz de Topalov se atipla y aparecen manchas rojas en su cuello por la agitación cuando la conversación toca el tema del comportamiento de Vladimir Kramnik durante el duelo por el campeonato mundial. Por el otro lado, no se queja de sus derrotas en las primeras dos rondas del torneo e incluso elogia el juego de su oponente.


Topalov admite que al participar también en Hoogeveen fue más allá de sus límites. "He subestimado la reacción de mi cuerpo. No es extraño que después de la intensa concentración en Elista ahora se vaya relajando. ¿No debería haber jugado aquí? Eso no lo he tenido en consideración ni un segundo. Nunca he roto un contrato firmado. No soy Kramnik. ¿Cuántas veces se ha retirado con alguna vaga excusa, diciendo que estaba cansado? Este año canceló su participación en el torneo de Mónaco, justamente tras haber firmado el contrato para el duelo conmigo".

Ligterink dice que el nombre de Kramnik tiene los mismos efectos sobre Topalov que la capa roja delante de un toro. En los días siguientes a la prueba, Topalov se mantuvo tranquilo, pero ahora, al parecer, tiene la sensación que ha llegado el momento para contar la historia desde su punto de vista. "Los artículos que he leído, me dan la impresión de que la mayoría del público ve a Kramnik como un mártir que se ha mantenido firme contra la opresión. Para ellos, soy un perro que ladra y mi representante, Silvio Danailov, es la personificación del mal. Eso es una completa distorsión de la realidad y no tiene ningún sentido. Nuestra reclamación contra el comportamiento de Kramnik, la que todos nos reprochan, no ha sido una provocación sino la expresión de serias preocupaciones. Durante las primeras dos partidas, Kramnik ha pasó dos horas y media en su sala de descanso, detrás del escenario. Eso no se puede hacer, ¿verdad? Si se juega una competición limpia no se puede esconder. El público tiene el derecho a vernos sobre el escenario.

"Tras la cuarta partida, mi representante quería ver las cintas con los vídeos de control para averiguar, cómo pasaba mi oponente el tiempo en su sala de descanso. Vio que Kramnik acudió al servicio muy a menudo y fue entonces cuando nos surgieron las sospechas. Claro que es sospechoso ese comportamiento. El baño era el único sitio donde no había cámaras de vigilancia.



El representante de Veselin Topalov, Silvio Danailov, llegó al Torneo Essent antes de la cuarta partida, con una miniatura graciosa que evoca el "Toiletgate". Peter Doggers, que sacó esa foto, comenta que el día anterior Veselin había bromeado en la sala de prensa: "No voy a jugar sin cámaras en los baños". Judit Polgar respondió: "Bueno, pero no en mi baño". Topalov agregó: "¡Y quiero las cintas!"

"El Comité de Apelaciones decidió cerrar con llave los baños de las salas de descanso. Kramnik reaccionó como un inocente injuriado. Contrato por aquí y contrato por allá. Siempre es lo mismo con él. Cada poco contraviene a las reglas, pero Dios nos asista si se tocan sus derechos.

"El que Kramnik no se haya presentado para disputar la quinta partida fue un error suyo. Creía que se lo podía permitir todo. Yo habría preferido que disputáramos la partida y que atendiesen nuestra reclamación de manera detallada. En cambio, me concedieron un punto sin jugar. Pero en cuanto a todos los demás asuntos, Kramnik obtuvo lo que deseaba. Pudo hacer todo lo que quiso en su sala de descanso y despidieron al Comité de Apelaciones".

"Como consecuencia, a partir de la sexta partida ya no sabía contra quién jugaba. Durante el año pasado, Kramnik se había mostrado bastante vulnerable, pero en esta competición apenas cometió errores tácticos. Comencé a tener dudas. ¿Mi oponente era Kramnik o Kramnik con el apoyo de un ordenador? Para mantenerle en el tablero todo el tiempo posible, comencé a jugar muy rápido. A veces, demasiado rápido. El error por el que perdí la novena partida fue consecuencia de una decisión tomada demasiado deprisa.

"Acepto haber perdido la competición. Pero los acontecimientos de Elista me siguen persiguiendo. Por las noches sueño con Kramnik. Por ejemplo, sueño que ha aceptado la revancha en Sofía. O también que doy un largo paseo con él por Moscú y después vamos a una exclusiva discoteca. Lo raro es que allí, él y yo somos los únicos visitantes".

Original en holandés

Traducción: Nadja Woisin (ChessBase)

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